Hay un dolor de pies cuyas características hacen que no le prestemos mucha atención. Empeora al estar de pie o al caminar largos trayectos, pero como es intermitente no advertimos su gravedad, achacándolo al cansancio o a un calzado concreto. A veces no se siente pero otras es sumamente intenso y se presenta en la parte anterior del pie o en un lado del dedo, frecuentemente entre el tercer y cuarto metatarsiano. Es una molestia que se irradia hacia los dedos, produciendo hormigueo y sensación de entumecimiento, pero que se alivia al descalzarse y darse un ligero masaje en la zona.
La metatarsalgia o dolor en los metatarsos puede tener diferentes causas, pero existe una que con frecuencia se localiza entre el tercer y cuarto dedo del pie y que recibe el nombre de neuroma de
Morton, por el doctor que la identificó en el siglo XIX. El metatarso de cada pie está compuesto por cinco largos huesos por debajo de cuya cabeza pasa el nervio plantar, un nervio que puede
irritarse e inflamarse por compresión. Cuando la inflamación da paso a la tumoración benigna es cuando se habla del neuroma de Morton, lesión que se produce entre el tercer y cuarto dedo del pie
y se diagnostica por el especialista a partir de los síntomas, la exploración física y pruebas de imagen.
Ante un dolor en los metatarsos, muchas personas optan por soportarlo cambiando de calzado, o buscan remedio practicando disciplinas como el pilates. Solo los deportistas suelen acudir al especialista para encontrar una solución que les permita seguir practicando su actividad.
Las causas que provocan el neuroma de Morton suelen ser biomecánicas o traumáticas; en el primer caso, es indispensable efectuar un estudio de la marcha para aplicar el tratamiento personalizado que haga desaparecer los síntomas. Un tratamiento que, dependiendo de cada caso, puede ser necesario mantener en el tiempo para que no vuelva a aparecer el dolor. Las causas traumáticas van asociadas al uso de calzado de punta estrecha y tacón superior a 5 cm., así como al zapato plano sin sujeción. Quizá esta es la razón de que sea una lesión más frecuente entre mujeres, sobre todo las de edades comprendidas entre los 45 y los 55 años. Asimismo, muchos corredores y futbolistas, por las características de estas prácticas deportivas, conocen bien este dolor.
La lesión tiende a empeorar con el tiempo, por lo que ante los primeros síntomas es aconsejable acudir al especialista para que efectúe el correcto diagnóstico y nos asesore sobre las medidas preventivas. Para superar la metatarsalgia será necesario llevar siempre calzado adecuado, con buena sujeción, punta redondeada, suela gruesa, y tacón inferior a los 5 cm., junto con unas plantillas correctas personalizadas que soporten el arco metatarsiano y logren disminuir la presión en los nervios. Los tratamientos antiinflamatorios no siempre dan resultado, teniendo que llegarse en algunos casos a la extirpación quirúrgica de la zona degenerada. Las plantillas diseñadas específicamente para cada paciente a partir del estudio biomecánico permiten utilizar tratamientos no invasivos adaptados a cada patología y terreno.
Escribir comentario